jueves, 15 de noviembre de 2012

Arcano, Japón, McKinsey y una niña en Canadá

En algún momento tenía que ser, no iba a abrir un blog para luego no escribir en él

Ha pasado un año, sí, y podría excusarme en obligaciones familiares y profesionales, o decir que ya no había nada sobre lo que escribir. Mentira cochina. La maldita pereza, y un poco de vértigo ante la primera entrada, esa es toda la verdad.

Pero hoy, por fin, he econtrado algo lo suficientemente interesante como para dar el salto. Una pequeña empresa de asesoramiento financiero llamada Arcano ha elaborado, por fin, un documento desmontando el famoso (y nefasto) informe "Debt and Deleveraging" que la cada vez más desacreditada McKinsey & Co, a través del McKinsey Global Institute, elabora estimando los niveles de deuda de los principales países desarrollados.

http://www.arcanogroup.com/repositorio/9c40/pdf/529/2/enthe-case-for-spain-arcano.pdf?d=1

http://www.mckinsey.com/insights/mgi/research/financial_markets/uneven_progress_on_the_path_to_growth

Lo que los analistas de Arcano dicen, con toda la razón, es que estimar la deuda total de España en el 363% del PIB es, básicamente, una estupidez (o una mentira interesada, lo que sería aún peor). En primer lugar porque eso significa contar dos veces algunas partidas de deuda (por ejemplo, yo pido una hipoteca de 100.000 euros al Banco Santander y, a su vez, ese banco pide 100.000 euros a Wells Fargo. McKinsey suma eso dos veces, una como "deuda de los hogares" y otra como "deuda financiera", cuando la realidad es que es una única deuda). En segundo lugar, el informe de McGI no analiza el hecho de que la legislación española, muy favorable, impulsa a muchas empresas a endeudarse en España para la realización de proyectos en el extranjero, lo que sobreestima enormemente la "deuda privada no financiera". Finalmente, el documento de Arcano explica que analizar la deuda sin compararla con los activos es un grave error de base, ya que el endeudamiento "en vacío" no significa nada y nos lleva a confundir dos conceptos de contabilidad básicos como son "insolvencia" y "falta de liquidez"

Sólo por eso (mostrar que el "emperador" McKinsey está, en realidad, desnudo) el informe ya sería valioso pero, además, consigue desmontar otros mitos sobre la economía española como su supesta falta de competitividad o sus supuestos altos costes laborales. Es verdad que en otros aspectos cae en la tradicional retórica neoconservadora de que "hay que apretarse el cinturon, bajar impuestos y el «hada de la confianza» nos salvará". Tampoco es muy coherente su análisis del mercado laboral español con sus loas a la reforma laboral de Rajoy. Aún con esto, el informe es muy interesante y es recomendable leerlo completo (aunque sean 80 páginas, esté en inglés y tenga mucha jerga técnica)

Si algún objetivo persigue este blog es desmontar mitos y medias verdades económicas que, no por repetidas, deben aceptarse como verdad. No todos los que las repiten son economistas, de hecho la mayoría son políticos interesados o periodistas con una mínima formación económica. Tampoco hay que ignorar que en la propia profesión económica hay muchas disensiones interesantes que las escuelas "tradicionales" intentan silenciar  Pero normalmente estas discusiones se basan en conceptos económicos que en boca de los economistas profesionales parecen inalcanzables, casi revelaciones divinas (lo que les convierte a ellos en profetas portadores de las tablas de la ley, claro) "La LEY de la oferta y la demanda" "la curva de Laffer" "la teoría de los mercados eficientes" "el modelo IS-LM" "La teoría del ciclo económico" Obviamente, bien explicados, son accesibles a cualquiera y, en realidad, son meras opiniones sujetas, como todas, a discusión. Si ni siquiera las leyes de la gravitación universal de Newton escapaban a una posible crítica ¿por qué no vamos a poder discutir "La riqueza de las naciones" de Adam Smith?

Y el primero de estos conceptos que hay que explicar, el que está más envuelto en misterio, confusión, falsas premisas y mentiras interesadas es precisamente el propio concepto de dinero.

Voy a adelantar dos documentos que servirán de base para el análisis:

1)  http://online.wsj.com/article/SB10001424127887324556304578118181807570680.html

Shinzo Abe (el líder del principal partido de la oposción japonesa  -PLD-  y con muchas posibilidades de convertirse en el nuevo primer ministro de Japón) ha hecho unas declaraciones en la que insiste en marcar un objetivo de inflación del 3% (algo inusitado en Japón, siempre tan conservador, pero que, por otro lado, no le correspondería a un hipotético gobierno de Abe, sino al Bank of Japan, lo que deja en entredicho la independencia del BoJ) con el objetivo de debilitar el yen, favorecer las exportaciones y, en consecuencia, la economía japonesa en general y el empleo. Lo interesante de esta noticia  no es que sea una postura novedosa (antes que Japón ya USA, China, el Reino Unido, Suiza, Brasil y multitud de economías menores han seguido el camino de la "devaluación competitiva") sino que deja absolutamente solos a Alemania y los "halcones" del BCE en su postura obsesivamente "Bretton-Woods-iana" de mantener una política monetaria restrictiva para asegurar la "confianza" en "un euro fuerte". Vivimos en un mundo cada vez más "post-Bretton Woods" y la postura de Draghi, Schäuble, González-Páramo, Merkel y demás talibanes de la «ortodoxia» es cada vez menos justificable porque nos aboca a una inevitable recesión y, si alguien no lo remedia, a una "década pérdida" a la japonesa. Sé que este párrafo está lleno de ideas no explicadas, pero intentaré ir aclarándolas en próximas entradas.

2) https://www.youtube.com/watch?v=6bPRWnposPc

Victoria Grant, una niña de 12 años, nos explica por qué Canadá está tan endeudado, por qué el Gobierno fuerza a los canadienses a pagar muchos impuestos y por qué los bancos roban a los pobres y desgraciados ciudadanos de la nación del "True North Strong and Free". Por supuesto, nada de esto es cierto y la pobre niña no hace más que repetir un discurso anticuado que parte de unos conceptos de deuda y dinero erróneos. Más, de nuevo, en próximas entradas